Oh aspero que estas entre nosotros, reventándonos día a día y bardeando sin sentido, no dejes que nos bardeen así como nosotros bardeamos al de al lado, permite que nuestro áspero interior se libere, causando quilombo y ... quilombo ... amén.
Bueno, basta de pelotudeces, como bien decía antes, hoy regresamos con un bardero. Un groso. Un grande. Un maestro. Y lo más sorprendente del asunto es que no soy yo. Hoy le rendimos homenaje a Bender.
Si no saben quién es Bender les doy un consejo. Cierren el navegador (seguro que encima usan explorer), apaguen la computadora (directo del botón), apaguen las luces de su casa y peguense un tiro por salames. Sea como sea, no sigan leyendo, no son dignos. Para los que sí saben de quien estoy hablando, tienen que estar de acuerdon conmigo (y sin migo también - grande hcaste) que Bender es un maestro. Ocurrente como Olmedo, áspero como Lo Pan (casi), libidinoso como Woody Allen, arriesgado como Indiana Yons y más turro que Menem.
Bender, sos groso, sabelo. Alguna cuotitas:
- Would you kindly shut your noise-hole?
- This is the worst kind of discrimination. The kind against me!
- Oh wait, you're serious. Let me laugh even harder.
- Call me old fashioned but I like a dump to be as memorable as it is devastating.
- I could pound your head 'til you thinks that's what happened.
